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El reloj solar de Tokutaro Yabashi En la plaza San Martín de Mar del Plata, frente justo a la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia, en un rincón a la derecha del calendario, se erige una 'lápida' con un reloj solar. Podría ser muy llamativo, pero no lo es. Los admiradores de la fecha, los miles de fotógrafos, casi nunca tuercen su cuello hacía él. Pero este domingo había un grupito de astrónomos aficionados de la ciudad de Esquel delante de él, entusiasmados por el descubrimiento del reloj y la interpretación que se les daban a los misteriosos números y términos de la placa. Un hombre menudo y de anteojos daba su justo veredicto sobre la errónea indicación de la hora, marcada por la sombra de un inclinado techito de acero, y de la imposibilidad de hacer la debida corrección, aflojando los tornillos y girando la placa base. Una señora aprendiz de la materia quería se manifestaran al turistas las bases astronómicas del reloj. ¡Sería demasiado para los infortunados turistas! Pero no estaría mal si el reloj marcara una hora más o menos exacta en el momento de la consulta... Y de aquí deduzco que tendríamos que hacer intervenir la indiferente burocracia de nuestro municipio... Aunque estoy seguro que no le costaría nada; siempre se encontraría un voluntario que a cada quince días hiciera la corrección de la variante 'ecuación del tiempo' sumada a una pequeña explicación sobre la actual doble hora de verano adoptada durante el invierno.
En un principio el reloj fue donado por la Embajada de Japón en Buenos Aires al Planetario Municipal sito en el Parque 3 de Febrero en enero de 1970. El de Mar del Plata según consta fue donado el 2 de marzo del 1970. Pienso que son replicas de un mismo modelo inventado por el profesor Tokutaro, un eximio estudioso y realizador de relojes solares protegidos por patentes estadounidenses. También el pedestal está construido según forma geométrica preestablecida. Su ubicación geográfica según el sistema de referencia WGS84 es Lat. 37º 59' 54",5 Sur Long. 57º 32' 54",1 Oeste con su cara plana orientada con el meridiano del reloj, o sea hacia el norte geográfico o verdadero.
El reloj está configurado para que marque la hora del huso -4 u huso 4 al oeste de Greenwich. Pero no espere que en este momento el reloj les marque una buena hora... La corrección de la ecuación del tiempo está desfasada con la fecha, olvidada, congelada. Nadie, creo, nunca se molestó en lo más mínimo en hacer 'funcionar' el reloj del profesor Tokutaro. Me ofrecería yo, ad honorem por supuesto, si me aceptaran... En el caso que eso ocurriera simplemente habría que sumarle una hora a la indicada para que coincidiera con la hora oficial de verano adoptada todo el año en Argentina.
El tiempo solar, el tiempo medio, la ecuación del tiempo, el tiempo civil, la hora de verano. Lo que voy a tratar no es una lección de astronomía, es simplemente una explicación de un cocinero para que gente común pueda entender y leer el reloj solar emplazado en nuestra plaza San Martín de Mar del Plata y otros diseminados en todo el mundo, a veces en importantes plazas como monumentos a la medición de la hora, caso de Japón donde el sol tiene un relieve solemne.
Para complicarla un poquito más, en una gran mayoría de países se adopta durante los meses de verano (generalmente una semana después del 23 de marzo al 31 de octubre en el hemisferio norte y viceversa en el sur) la hora de verano. En Argentina se aplicó hace varios años, quedando también en invierno... Cuestiones económicas principalmente, políticas o forzadas por la resistencia al cambio de los ciudadanos hacen que a un pobre mendocino el mediodía verdadero es decir el momento en el que el sol le pasa por el meridiano de cada uno de ellos esté bastante desfasado con la hora del mediodía que marca su Rolex.
La curva tiene como un eje vertical donde se representa el valor 0 de declinación hasta 23º y 27' positivamente y 23º 27' negativamente. Sobre el eje horizontal, los valores positivos a la derecha y negativos a la izquierda de la ecuación del tiempo con un valor máximo positivo de 16m 22s hacia el 2 de noviembre y un máximo negativo de 14m 12s hacia el 11/12 de febrero. Doce tramos de la curva representan los meses del año. Por lo tanto el analema nos da la posibilidad de acceder a valores de declinación y/o valor de la ecuación del tiempo con la fecha aproximada. ¿A que viene todo eso? Bueno, en un reloj del profesor Tokutaro, similar al modelo que se encuentra en Mar del Plata, puede observarse la ampliación mediante una placa representado un analema, para facilitar la corrección del reloj mismo. En la tercera imagen de la tabla en el frente del pedestal puede notarse un perfil grueso de hierro murado horizontalmente con resto de pegamento en los extremos y en los mismos dos agujeros roscados. Presumo que allí estaba atornillada una reluciente barrita con el grabado de la analema. ¿Para qué te sirve?, ¡estúpido ladrón!
No obstante todo lo expuesto arriba, a manera de cocinero, no deje de consultar textos académicos o científicos, para tener ideas más astronómicas y matemáticamente ilustradas, si es que les gusta la ciencia, los números y principalmente saber de que se trata cuando se ve un monstruito como el del profesor Takutaro...
Una receta planetaria Peras a la miel - Hay varios motivos para que yo les proponga esta receta; preponderantes son los recuerdos de la niñez, las aspiraciones y los sueños de la juventud. Las peras hervidas en mi tierra de origen, hacían parte de la venta tradicional de verano en horas vespertinas, para endulzar el paladar (de los pobres). Un hombre con un caldero sobre un carrito, lleno de peras hervidas y en su agua, las vociferaba por las callejuelas de barrio. Antes todos vivíamos en un barrio. Las presionábamos en azúcar blanca de tarascón en tarascón. Ingredientes: una pera tipo Packman por persona, miel de origen acertada (si se consigue mediante un amigo que tenga colmenas, mejor), nueces, azúcar. Preparación: hervir las peras con cáscara y algunas cucharadas de azúcar hasta que se noten firmes pero cocidas. Entibiarlas. Cortar en abanico y colar en plato. Rociar con miel calentada y salpicar con nueces.
¿Podrían ser estas peras una comida para astronautas? La European Space Agency podría averiguarlo. Al irse el sol, mire el cielo; en alguna parte puede estar una romántica luna que también merece ser entendida.
Y el espacio...
Primero de enero de 2010: Una sorpresa de año nuevo. Atento a mis obligados paseos de todos los años nuevos hacia la plaza San Martín para hacer fotos del calendario con su primera fecha de buenos augurios me encontré con una sorpresa desagradable: el reloj de Tokutaro no estaba más, tampoco la placa recordatoria del emplazamiento. Todo indica que ha sido arrancado por los inescrupulosos de siempre para vender un poquito de metal que alcance para una miserable dosis de estupefaciente, o a lo mejor, para unas cuantas botellas de vino barato. O por puro vandalismo...
Lo siento mucho, don Tokutaro, lo siento. Mi sueño de ser el relojero oficial de su obra quedó totalmente destruido. Hoy, primero del 2011, deseo avivar aquel hecho, si bien veo que a nadie afecta su lamentable desaparición.
Hoy, 8 de marzo de 2014, volviendo siempre al añorado reloj, con suma alegría lo vi milagrosamente repuesto en su lugar con una placa del autor de tal hecho. En el mismo me invadieron las dudas: si realmente el reloj había sido hurtado o llevado sin aviso para su restauración. Si se da la segunda hipótesis, pido que todos los ladrunzuelos del mundo me perdonen. Cuatro años han pasado...
Un reloj de verdad Hoy 25 de septiembre de 2016, luego de haber tenido un informal beneplácito de la autoridad inherente, finalmente pude poner en hora mi querido reloj solar de la Plaza San Martín. Armado de una llave y un destornillador, rotando oportunamente la placa para hacer coincidir la ecuación del tiempo promedio a un lapso de una semana, sumando una hora a la lectura indicada por la sombra sobre el dial, pude constatar una precisión asombrosa: eran exactamente la 10 y 14 minutos..., em mi reloj y en el de Tokutaro. El reloj había sido concebido para funcionar con la hora huso de 4 al oeste, por ende la corrección de una hora en más se debe por haberse adoptado la hora de verano todo el año. Espero ahora que se indique con una placa el agregar una hora a la lectura sobre el dial, Y también que se reponga otra placa donde se indicaba la curva de la Ecuación del Tiempo para que futuros 'relojeros' puedan aplicar la justa corrección a un intervalo de una semana cuando la variación es veloz o a cada quince días cuando en lenta. Otro hecho atractivo sea cultural y turístico, que propondría, es el de levantar el murito donde puede colocarse un simple 'palito' en la parte alta para así obtener pacientemente durante el intervalo de un año una analema del lugar a una hora determinada, posiblemente a una hora cerca del mediodía. Si el Tiempo me acompañara algo más, podría también hacerme cargo personalmente. Considerando que los dos relojes de la plaza, el de la Catedral y del Palacio Municipal ya marcaron ya sus instantes de defunción, y difícilmente podrán volver a la vida, el reloj de Tokutaro cuya máquina es el Tiempo, se convierte en el único que pueda informar la hora con expectativas, suscitando curiosidades astronómicas, y quién sabe, una inspiración para tomar el camino de la ciencia relacionada con el espacio, la matemática y la tecnología.
Reloj solar de Tokutaro en en Planetario Galileo Galilei de Buenos Aires
Fundamentos geométricos y astronómicos del reloj de Tokutaro Yabashi
En formato libro https://issuu.com/pasqualinomarchese/docs/reloj_solar_final_11dic2016
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