| |
La torre tanque
Bella, imponente, sólida. Mirándola desde abajo nos hacía soñar
el cielo abierto y un panorama desconocido de Mar del Plata a todos nosotros que
durante la semana trabajamos y solo disponemos de parte del sábado o tal vez
solo del domingo para llegar a su terraza y extender nuestra mirada al horizonte
oceánico, a las costas sur y norte, a las sierras entre llanuras. Digo que nos
hacía soñar porque solo se permitía la visita de lunes a viernes en horario
burocráticos. Me sentí apartado y mal considerado un día libre que me
propuse alcanzar su alto y tomar fotos para que ustedes pudieran apreciar.
Mi voz se alzó del conformismo; fundamentó la conveniente abertura
los día domingos y feriados, especialmente en verano, y en invierno también,
pues, las playas tienen otro encanto: la soledad.
El eco de mi propuesta llegó al señor Cordeu, integrante del
Honorable Concejo Deliberante del Partido del General Pueyrredón al cual
pertenece Mar del Plata, y al fin, se me comunicó que el buen sentido hizo que se abrieran las
robustas puertas de la entrada a la torre también para los ocupados trabajadores
y turistas de fin de semana. ¡Un hurra para todos!
La Torre Tanque, ubicada en Falucho y Mendoza, en plena
loma de Stella Maris, fue diseñada por el arquitecto Cornelio Lange e inaugurada
el 30 de enero de 1943. Se encuentra a 40 metros sobre el nivel del mar y
tiene una altura de 48, 103 escalones y un ascensor para una veintena de persona
para obviar el esfuerzo de la visita. La obra incorpora un depósito elevado para
500 mil litros de agua y un tanque al pie de la torre, para 13 millones de
litros de reserva que abastece la zona alta circundante. Los arquitectos definen
su estilo una mezcla de Tudor-pintoresquista y de inspiración nórdica(*).
Encontrarse sobre su terraza suscita una impresión distinta en
cada uno de nosotros. A mí, particularmente, me lleva a un tiempo pasado, cuando
el horizonte me pertenecía en cada momento. El soplido leve o el rugido
tempestuoso del viento me fascinaba. Gozaba de una inmensa felicidad que mi cara
se encontrara con él. Esta torre renueva aquellas viejas sensaciones.
Gracias al aporte
desinteresado de Mariela, una nueva residente de Mar del Plata desde el último
septiembre, podemos dar un vistazo panorámico a la ciudad
Una visita
en el Día de los Monumentos 19 de marzo de 2017
Pasqualino 2009 y 2017
Una receta pintoresquista - Al comienzo de los añorados
setenta, un ruboroso amigo solía frecuentar mi boliche. Entre 'whishies' y
un dulce acento británico, glorificaba un queso de su tierra de nombre Stilton(*).
No eran tiempos para hacerle mucho caso, ni de saber de qué se trataba, llegando
prontamente a su sustitución con un buen roquefort. Y me decía: lo mismo, no es
lo mismo que lo mismo. ¡Vaya qué sabiduría!
Ensalada con queso roquefort o La ilusión del Stilton
- Esta receta es similar a otras famosas adaptada a nuestra accesibilidad.
Ingredientes - Para una
vinagreta: 3 cucharadas de vinagre de vino, 2 cucharadita de mostaza, 1/2
cucharadita de azúcar, 1 dl de aceite de oliva extra virgen, 1 cucharadita al
ras de sal, 1 chalote, pimienta negra. Agregado de nueces: 25 gramos de
manteca, 1 cucharadita de azúcar, 200 gramos de nueces peladas y picada grueso.
Vegetales: Endibia o lechuga cortada en juliana a lo largo, 4 manzanas verdes,
200 gramos de queso roquefort desmenuzado.
Preparación - En un bol
pequeño bata ligeramente el vinagre, la mostaza y el azúcar. Agregue el aceite
de oliva en chorros hasta que la mezcla emulsione, luego, el chalote picado, la
sal y la pimienta recién molida.
En una cacerolita, derrita la manteca a fuego suave
agregue el azúcar y las nueces picadas y revuelva suave y constantemente hasta
que se pongan doradas. Transferir a un bol y dejar enfriar.
En una ensaladera ponga la endibia o la lechuga, las
rojas de manzana, las nueces tostadas, el queso roquefort desmenuzado,
condimente con la vinagreta y mezcle todo suavemente agregando sal e pimienta a
gusto.
Ensalada mixta con roquefort y
crudo - Otro cliente, vanidoso e italianófilo, con ínfula de
entendido, prototipo del "ingegnere", con esta ensalada satisfacía todos
sus aires de buen gourmet. Los ingredientes entre paréntesis hacen parte de las
ilusiones de mi parroquiano.
Ingredientes - Para la
ensalada: 250 gramos de radichio (radicchio rosso) cortado en tiras, 250
gramos de roquefort desmenuzado (gorgonzola), 250 gramos de jamón crudo cortado
en tiras anchas (prosciutto di Parma), 1 docena de huevos de codorniz (quaglie)
hervidos y cortados en mitades, 4 tomates para ensalada (pomodori) cortados en
rodajas, 1/2 cebolla (cipolla) dulce y tierna cortada finamente.
Para la vinagreta: 4 cucharadas de vinagre blanco de
vino, 1 cucharada de mostaza, 4 cucharadas de aceite extra virgen de oliva, 2
cucharadas de jugo exprimido de naranja, 1 cucharada de miel, sal y pimienta.
Rodajas de pan casero tostadas, frotadas con ajo y
pinceladas con aceite extra virgen de oliva.
Preparación - Ponga todos
los ingredientes de la ensalada en un bol grande, condimente con la vinagreta y
revuelva suavemente.
Sirva la ensalada sobre las rodajas de pan, tipo bruschetta, o
simplemente para acompañar.
El estilo
Podríamos llamar tudor-pintorresquista al estilo
de origen inglés con cualidades plásticas que desde el año 1880 introdujeron los
primeros colonos ingleses llegados a La Argentina por la construcción del
ferrocarril. Se constituía en vivienda que usufructuaba el personal
permaneciente largo periodo de trabajo relacionado con las empresas británicas. Se caracterizaban por muros altos de ladrillos rojos a la vista, techos a dos
aguas de tejas planas, aberturas con arcadas en punta, bow windows con hermosos
vitrales de formas cuadrangulares y con algún escudito heráldico, jardines
alrededor, cerco frontal de mampostería sólida con portón y barras de madera.
Interiormente, hall grande de entrada, cuartos espaciosos, todos con calefacción
mediante chimeneas de importancia, pasillos revestidos con mayólicas esmaltadas
de color verde inglés y ocres tendientes al rojo. En Mar del Plata estas casas
se transformaron en verdaderas residencias de verano de la clase adinerada de
Argentina. De sus apellidos tomaban el nombre las mismas.
Intereses inmediatos de los años cincuenta hasta los ochenta y pico hicieron que
desconsideradas piquetas destruyeran un pasado y una arquitectura espléndida. Políticos de sabanas y funcionarios con pocas raíces artísticas e históricas
coadyuvaron a casi la total desaparición de un tesoro arquitectónico que hoy
daría otra cara a un centro colmado de horribles edificios de celdas en
horizontal. Más tarde y en el presente, los pocos dueños de la ciudad
siguen manejando a su antojo la arquitectura céntrica con el consenso
servil de la mayoría de los honorables que nos representan.
El queso Stilton
Para los
ingleses es "The king of Cheeses". Es un queso azul con Denominación de Origen
Protegida, que se produce únicamente en tres zonas: Derbyshire. Leicestershire y
Nottighamshire, elaborados con un código apropiado. Solamente seis queserías con
licencia pueden elaborar este queso y sujetas a controles estrictos. Se elabora
de leche de la zona previamente pasteurizada, con cáscara propia, no es
prensado, tiene delicadas venas azules que irradian desde el centro y un sabor "Stilton".
Su nombre proviene de la ciudad homónima situada a 106 kilómetros, en auto, a norte de
Londres, en el Cambrigdeshire, si bien nunca se lo hizo allí.
Mar del Plata, marzo de 2005
Atrás
|