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Alejandro Bustillo en Bariloche En Bariloche, Alejandro Bustillo realizó muchas grandes obras caracterizando la arquitectura de la ciudad. Tuvo decisiva influencia el hermano, el Dr. Exequiel Bustillo que durante su gestión se desarrolló casi toda la infraestructura de los Parques Nacionales.
El Centro Cívico fue proyectado por el arquitecto Ernesto de Estrada entre 1936 y 1937, y fue construido por la Dirección de Parques Nacionales durante la presidencia del Dr. Exequiel Bustillo, e inaugurado el 17 de marzo de 1940. En el conjunto se destaca la Municipalidad, que tiene un atractivo adicional, ya que cuando el reloj de su torre marca doce campanadas, aparecen imágenes representativas de la historia de la Patagonia. El arquitecto Alejandro Bustillo proyectó el edificio destinado a Intendencia de Parques Nacionales que, aunque aislado del resto, se integra al conjunto. Este forma una "U" en torno a una plaza, en la que se colocó la estatua ecuestre del General Roca, obra del escultor Emilio Sarniguet. Centro Cívico. La estructura de la Intendencia de Parques Nacionales es de hormigón armado con mampostería de ladrillos. Las fachadas, revestidas en piedra y madera, y los techos a dos aguas con pizarra negra, otorgan unidad estética. Como excepción, la cubierta de la Intendencia fue revestida con tejuelas de madera. El resultado de la forma combina Centro Cívico, terrazas, balcones puentes y recovas. Las circulaciones y accesos principales están caracterizados por arcos rebajados o de medio punto.
El Hotel Llao Llao(1938) está ubicado en una colina entre los lagos Nahuel Huapi y Moreno. Este hotel se creó a fin de lograr un hospedaje internacional que albergara a turistas de todo el mundo. Para realizar este proyecto, se dirigieron hacia el lugar Alejandro y Exequiel Bustillo, Antonio Lynch, Ernesto Serigós y Carlos Ortiz Basualdo. La obra se llevó a cabo con capitales Estatales. El estilo que Alejandro Bustillo le dio al Hotel es Canadiense, con troncos visibles de ciprés de la zona, techo de tejas rojas y basamento de roca. Las vigas son gruesas y de madera, y se encuentran a la vista. El diseño y la decoración del mismo están en perfecta armonía con el entorno y favorece a la magnífica vista del lugar. Hotel Llao Llao. Evidencia su gran tamaño sus 60 mts. de longitud y 25 de ancho sobre una terraza de piedra que se extiende hacia el lago. Es casi simétrico; la construcción cuenta con una planta baja, tres pisos superiores y dos basamentos. La planta baja tiene en una de sus alas la recepción, el lobby, la oficina del conserje, la oficina del director, una sala de estar, biblioteca, y un amplio comedor rodeado de extensas ventanas y chimeneas de piedra. En el mismo nivel, se encuentra el bar, la pista de baile y una guardería para niños. El hotel tiene 132 habitaciones con baño privado, y están distribuidas en los pisos superiores. Esta construcción se tuvo que realizar dos veces: la primera, en 1938, casi enteramente de madera que se incendió casi inmediatamente luego de su finalización; la otra, la actual, de piedra y ladrillo, fue erigida en 1940.
La Capilla San Eduardo se adhiere
al estilo constructivo con el lenguaje de las iglesias chilotas. Con esta misma
técnica constructiva Bustillo desarrolló un prototipo de vivienda para
guardaparque(1938). Está
construida en madera de ciprés y tejuelas de alerce. En su interior se destaca
un cuadro donado por el pintor Raúl Soldi, hoy recompuesto en cuatro partes
formando una cruz.
La Catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi– San Carlos de Bariloche - Río Negro - (1946) En 1942 se regularizó el dominio del terreno donde se emplazaría la obra y dos años más tarde se la concluyó con estructura de hormigón realizada por la Compañía General de Construcciones. Fue cuando comienzan su labor los picapedreros. Para la construcción de esta Catedral, el arquitecto Alejandro Bustillo ofreció su proyecto gratuitamente. Su gusto se orientó en un estilo neogótico con reminiscencias francesas. Fue edificada con bóveda de crucería y arcos ojivales que condicionaron la estructura y las formas exteriores. Ábside de la Catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi. La bóveda descansa sobre altos pilares, constituidos por un macizo central y columnas adosados, que forman los nervios de la bóveda. Estas columnas tienen un capitel no muy significativo, con temas vegetales, que van decreciendo en importancia hasta terminar siendo una simple faja decorativa. El edificio forma una cruz latina tendida en el suelo con su cabecera orientada exactamente al Este, para que el sol ilumine de forma adecuada el interior a través de los vitrales. En el exterior la luz de todas las horas del día crean planos de luz y sombra que dan diferentes aspectos a sus tres naves. José Lukman fue quien diseñó y labró las molduras que le dan elegancia al conjunto, y quien a golpes de mazo dio forma a la mayoría de los arcos y a la piedra de encaje. Los vitrales de la Catedral fueron logrados por las donaciones
conseguidas por una Comisión de Damas. Exequiel Bustillo se comunicó con
monseñor Essandi para informarse acerca de los motivos que deberían contemplarse
en los vitrales, sugiriendo la posibilidad de que estas imágenes tuviesen
vinculaciones regionales. Por otro lado, en Buenos Aires se hicieron contactos
con el señor Enrique Thomas, un francés poseedor del arte del vitral. Surgieron
de este taller la preciosa imagen de Nuestra Señora de Nahuel Huapi, patrona del
templo, e imágenes regionales. En los vitrales están representados aborígenes e
imágenes de gente reconocida de la región, como el padre jesuita Nicolás
Mascardi, fray Francisco Menéndez; además el general Julio Argentino Roca, el
padre Melanesio (el primer padre del pueblo de Bariloche), y los creadores del
templo: los arquitectos Alejandro Bustillo representado como San Rafael, y
Miguel Ángel Césari, como San Miguel Arcángel. Imagen de Nuestra Señora del
Nahuel Huapi. Los vitrales fueron colocados en 1947, quedando la obra concluida
por fuera, con el interior aún en bruto y piso de cemento alisado. Una de las
características principales de esta edificación es su verticalidad. Sus muros
son de piedra, sus techos son negros y culminan la obra a 69 metros de altura en
la aguja del campanario. Tanto las fachadas como las torres y los interiores en
general, carecen de ornamento excesivo, adoptando un aspecto bastante
geométrico. El texto explicativo de las obras pertenece a la arquitecta Viviana Winiel. Las fotos fueron tomadas por el doctor Hugo Cardonnet.
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